La Salud del Suelo es También Salud Humana

Ana Castellanos, 23 años. Chef Sostenible/ Cocina Ética. Abogo por la soberanía alimentaria y la agronomía nutricional. Escritora independiente.

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Tiempo de lectura: 5 a 10 minutos aprox.

Se estima que el 95% de nuestros alimentos se producen directa o indirectamente del suelo. No es un secreto que los suelos son el fundamento de nuestro sistema alimentario. Como todo ser vivo, nuestros alimentos necesitan un ambiente sano para vivir y crecer bien. Durante las últimas décadas de nuestra agricultura, los suelos se han visto degradados, lo que ha ocasionado un ambiente pobre para la calidad de los alimentos. 

Hoy en día, producimos alimentos con desmedida aplicación de insumos sintéticos. Pero si queremos usar y depender menos de dichos insumos sintéticos, es necesario cambiar la forma de producción; de un sistema convencional a uno más amigable con el medio ambiente. El suelo es la fuente de nutrientes para las plantas, lo que implica que es nutrición para nosotros los humanos. De esta lectura quiero que te lleves la frase “somos lo que comemos”, porque integrar condiciones adecuadas para producir nuestros alimentos es clave para la salud humana. Debido al excesivo uso de agroquímicos, nuestros alimentos no solamente pueden perder calidad nutritiva, sino que también afectan la calidad del ambiente. Es por eso, que es importante recalcar la importancia de suelos sanos, para recuperar la calidad nutricional en nuestros alimentos, hacer los cambios para mejorar la calidad de nuestra salud y cuidar del medio ambiente.

Para darte una mejor idea, un suelo sano es un ecosistema vivo y dinámico, lleno de organismos microscópicos y de mayor tamaño que cumplen muchas funciones vitales, entre ellas, transformar los nutrientes orgánicos en minerales para las plantas. Sin contar que los suelos sanos contribuyen a mitigar el cambio climático (FAO, 2015). Todo este proceso dinámico lleva tiempo en emplearse y la agricultura convencional no espera a que estos procesos pasen naturalmente. Gracias al uso indiscriminado de insumos sintéticos (fertilizantes, insecticidas, fungicidas, etc.), hoy en día nos vemos en la necesidad de hablar de recuperar la salud de los suelos. Primero, porque estamos claros que casi todos nuestros alimentos vienen del mismo. Segundo, porque hemos llegado a entender que no basta con producir cantidad, eso ya lo hemos ejecutado bastante bien, sino también calidad. De cantidad a calidad, la recuperación de los suelos juega un papel importante en la calidad de los alimentos, pues un suelo deteriorado con la tecnología agrícola nociva nos está dando grandes cantidades de verduras y frutas con reducción en su valor nutricional.

Un reporte hecho por la Universidad de Texas resume estudios clarificando que, durante los últimos 50 años, el incremento en la producción debido a la fertilización, irrigación y otros factores, disminuye la concentración de vitaminas y minerales en las plantas. Uno de los estudios tomó 17 vegetales, producidas convencionalmente y reportaron disminución significativa en nutrientes como magnesio y zinc, comparadas con aquellas producidas de forma orgánica. Otro caso fue un experimento llevado a cabo con 16 cultivadores en México. El experimento duró 3 años; al final del estudio notaron que cada año disminuía más la capacidad de concentración de los minerales en las plantas (Davis, 2009). Dichos estudios muestran categóricamente que la concentración de vitaminas y minerales se vio reducido en hasta 40% en todas las plantas, especialmente en vegetales.

Suelos saludables nos proveen alimentos densos en nutrientes. Hoy en día, el manejo de los suelos nos ha dejado con plantas que retienen menor cantidad de nutrientes, altos en carbohidratos y bajos en proteína. Otro estudio realizado por la Universidad de Harvard muestra que para el 2050 el incremento del CO2 por la actividad humana y baja calidad del suelo podría empeorar la composición nutricional de nuestra comida, resultando en deficiencia de zinc para 175 millones de personas y deficiencia de proteína para 122 millones de personas. No solo eso, pero el estudio también encontró que aproximadamente mil millones de mujeres y niños podrían perder su ingesta regular de hierro, lo cual los pone en un gran riesgo de anemia y otras enfermedades. Actualmente 2 mil millones de personas alrededor del mundo sufren de deficiencia de al menos uno o dos nutrientes (Smith & Myers, 2018). Son datos alarmantes, ¿sabes por qué? Porque los más afectados son los países en vías de desarrollo, como Guatemala.

Para ponerlo en contexto guatemalteco; José Miguel Leiva, Ingeniero Agrónomo de la Universidad de San Carlos y especialista en investigaciones ambientales, nos dice que en Guatemala cada año se pierden 250 toneladas métricas de suelo cultivable. Tristemente, el monocultivo es uno de los principales culpables de este desastre ecológico, “mediante esa práctica las siembras extraen de manera permanente los mismos nutrientes de la tierra, y por eso se recomienda poner en práctica sistemas de rotación de cultivos” (Marroquín, 2017). El mal manejo de los suelos no solo agota su capacidad nutricional, sino que acelera la posibilidad de reducir la tierra cultivable. La tasa actual de pérdida de capa vegetal nos dice que solo tenemos, 60 años antes de que no se pueda producir nada de alimento. Todo esto es gracias a que hemos perdido demasiada materia orgánica. Así como la tierra necesita organismos vivos que le permitan crecer plantas sanas, nosotros necesitamos plantas nutricionales que nos permitan mantenernos saludables.

Para ponerlo en contexto guatemalteco; José Miguel Leiva, Ingeniero Agrónomo de la Universidad de San Carlos y especialista en investigaciones ambientales, nos dice que en Guatemala cada año se pierden 250 toneladas métricas de suelo cultivable. Tristemente, el monocultivo es uno de los principales culpables de este desastre ecológico, mediante esa práctica las siembras extraen de manera permanente los mismos nutrientes de la tierra, y por eso se recomienda poner en práctica sistemas de rotación de cultivos” (Marroquín, 2017). 

El mal manejo de los suelos no solo agota su capacidad nutricional, sino que acelera la posibilidad de reducir la tierra cultivable. La tasa actual de pérdida de capa vegetal nos dice que solo tenemos, 60 años antes de que no se pueda producir nada de alimento. Todo esto es gracias a que hemos perdido demasiada materia orgánica. Así como la tierra necesita organismos vivos que le permitan crecer plantas sanas, nosotros necesitamos plantas nutricionales que nos permitan mantenernos saludables.

Entre las frutas y verduras podemos encontrar las fuentes más ricas en vitaminas y minerales. Estos nutrientes nos ayudan a combatir enfermedades, nos ayudan a vivir una vida más sana y estable. La comida fresca contiene todo lo que nuestro cuerpo requiere; las “cualidades medicinales” de dichos alimentos dependen de cómo nuestros alimentos son cultivados. Si no se hace algo, con el paso del tiempo vamos a ir perdiendo cada vez más esta fuente natural de medicina que hemos tenido desde el inicio de nuestra existencia.

Como bien decía Hipócrates, fundador de la medicina moderna, “deja que la comida sea tu medicina, y que la medicina sea tu alimento.” Somos todos un mismo sustento, mientras que la deficiencia de la salud de los suelos afecta gravemente al planeta, también afecta nuestra salud. Estamos contra el reloj, pero hay esperanza si empezamos a hacer el cambio ahora. Por ejemplo, se puede usar técnicas de la agricultura regenerativa para recuperar la calidad de los suelos agrícolas. Eso sería como traer de regreso esas condiciones medicinales a nuestros alimentos, mientras se regeneran los suelos. Se trata de reducir residuos tóxicos, volviéndolo así una agricultura nutricional.

Te invito a que te veas como parte integral de la naturaleza y que en este mes de la conservación de los suelos puedas ver que este no es solo un tema que le conviene a los ambientalistas, agrónomos, sino a todos, pues todos somos beneficiados de un buen manejo de los recursos naturales.

Te preguntarás…

¿Qué puedo hacer? ¿Qué hago si en Guatemala no tengo datos de cómo y dónde son cultivados mis alimentos?

Te dejo un par de algunas ideas que puedes empezar a practicar:

  1. Haz un compost, ayúdate con la información que MEE da para llevarlo a cabo.
  2. El cambio no es solo individual. Busca grupos ambientales en los que te puedas involucrar. Trabaja con tú comunidad para hacer proyectos que ayuden al cuidado de los suelos.
  3. Crea tu huerto en casa, o al menos empieza por sembrar unas hierbas en la ventana de tu apartamento.  Te ayudará a tener más conexión con lo que consumes y a tener claridad de dónde vienen tus alimentos.
  4. Infórmate de las leyes que se proponen para regenerar los suelos en el Congreso.
  5. Investiga quienes hacen cultivos regenerativos en Guatemala y apoya con tu dinero a esos emprendimientos locales.  El Ingeniero José Miguel Leiva ha lanzado unas propuestas que te podrían interesar.
  6. Sigue contenido útil en redes sociales. Contenido el cual te sirva para educarte más acerca de este tema. Síguenos en redes sociales y está pendiente de demás artículos como este, que te ayuden entender mejor.

Bibliografía

Davis, D. R. (2009, Febrero). Declining Fruit and Vegetable Nutrient Composition: What Is the Evidence? HortScience, 44(1), 15-19. Retrieved from https://journals.ashs.org/hortsci/view/journals/hortsci/44/1/article-p15.xml#:~:text=Recent%20studies%20of%20historical%20nutrient,of%20foods%2C%20especially%20in%20vegetables.

FAO. (2015, Febrero 19). Organizacion de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura. Retrieved from Los suelos sanos son la base para la producción de alimentos saludables. : http://www.fao.org/soils-2015/news/news-detail/es/c/277721/#:~:text=Un%20suelo%20sano%20es%20un%20ecosistema%20vivo%20y%20din%C3%A1mico%2C%20lleno,nutritivos)%3B%20controlar%20las%20enfermedades

Marroquín, C. P. (2017, Agosto 1). Cada año Guatemala pierde 250 toneladas métricas de suelo cultivable. Retrieved from Prensa Libre: https://www.prensalibre.com/ciudades/silenciosamente-cada-ao-guatemala-pierde-unas-250-toneladas-metricas-de-suelo-cultivable/

Sait, G. (2017, Agosto 2). Hummus Gardening. Retrieved from Nutrition Matters: https://blog.nutri-tech.com.au/humus-gardening-1/Smith, M. R., & Myers, S. S. (2018, Agosto 27). Impact of anthropogenic CO2 emission on global human nutrition. Nature Climate Change. Retrieved from https://www.nature.com/articles/s41558-018-0253-3.epdf?referrer_access_token=U9I9ylghWQszPPMsbuOs5tRgN0jAjWel9jnR3ZoTv0O5J0oP_LhVUOgym62AyF5ghuOS5aOCa4g0Agd33biHRPVvzshteII8s6f0432vmaDtwx28IbA_1rUF6bUFrcpPQmlkW8yIrssI3hK9jpJ8kZzTEIuIQmPgiyqj0FPn0ncunCPKX2

Published by Ana Castellanos

Ana Castellanos, 23 años. Chef Sostenible/ Cocina Ética. Abogo por la soberanía alimentaria y la agronomía nutricional. Escritora independiente. https://medium.com/@anagcmaya

3 thoughts on “La Salud del Suelo es También Salud Humana

    1. Hola!! Que gusto saber que quieres leernos mas. Te comentamos que la mecanica es dar a conocer al menos dos articulos por mes. Por lo que puedes advocarte con nosotros en nuestra pagina de FB para estar pendiente de las siguientes publicaciones. FB MEE

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