Por: Patricia Villatoro

Patricia Villatoro.
Investigadora de carrera, docente en formación y ambientalista de vocación.
He sido invitada a participar de esta iniciativa que busca mantener la motivación de los jóvenes guatemaltecos, centroamericanos y ojalá latinoamericanos a participar en el cuidado del ambiente y los recursos naturales. Con ello, no cabe duda que esta región es privilegiada por su riqueza, no solo ambiental, sino también cultural y social.
En esta ocasión y en el marco de la celebración de lo que conocemos como “fiestas patrias”, me han pedido contribuir con algunas ideas en relación a la construcción de la ciudadana desde el ámbito ambiental. Y aunque parezca algo absurdo, no hay mejor manera de cuidar el ambiente que desde el ejercicio del derecho a la participación, a la información y, por lo tanto, a la democracia. De ahí la primera clave para comprender cómo podemos cuidar el ambiente ejerciendo nuestro derecho a la ciudadanía:
- El derecho. Se puede definir como un “sistema racional de normas sociales de conducta obligatorias, consideradas soluciones justas a los problemas surgidos desde la realidad histórica”. De esta forma es fácil comprender el derecho como una de las herramientas más importantes para la protección del medio ambiente, pues los ciudadanos se convierten no solo en actores en el proceso de toma de decisiones del ámbito público ambiental, sino también en vigilantes de la aplicación de la normatividad ambiental. Eso nos obliga como jóvenes y ciudadanos a conocer las normas, aunque no sean suficientemente claras en el señalamiento explícito de los grandes objetivos de los principios básicos que deberían connotar la acción gubernamental.
- No hay democracia sin participación. El crecimiento poblacional y la masificación de las sociedades contemporáneas no ha afectado únicamente al ambiente, también a lo que entendemos por democracia: es representativa y no directa. El papel de los partidos políticos en la dinámica de la representación ha provocado que el ejercicio de la ciudadanía se reduzca a emitir un voto el día de las elecciones, sin aspirar a tener mayor participación en el amplísimo mundo de la vida política. Es por ello que deben de establecerse espacios para la participación en el seguimiento al cumplimiento de las normas, la exigencia de mayor y mejor gasto público en ambiente y en la elaboración de políticas públicas eficaces para el cuidado ambiental.
- La participación ciudadana es la principal herramienta contra la corrupción. Resulta que la indiferencia ha sido la mejor estrategia de los corruptos para cooptar las instituciones y hacer de las suyas. Todos estamos hastiados de la corrupción. Y hay que reconocer que en buena medida los casos de corrupción más conocidos del país están relacionados a los recursos naturales, y si no, cuyas consecuencias han tenido impactos ecológicos y humanos trágicos.
La corrupción ambiental se da en todos los niveles y formas: malversación de la ejecución de programas ambientales hasta al consignar licencias de explotación de los recursos naturales, pasando sobornos a funcionarios.
La participación ciudadana es la mejor defensa contra la corrupción. Es un arma que tenemos contra el abuso de poder y el autoritarismo. Específicamente, la participación debería estar encaminada a fortalecer las instituciones públicas, ambientales o no, a hacer más eficientes las acciones y a evitar la malversación en el manejo de los recursos públicos.
Pero las preguntas son: ¿cómo participamos más allá del voto? ¿Cómo hacemos una realidad el cumplimiento de las normas, el uso efectivo del presupuesto público y la generación de políticas públicas eficaces? A continuación otras dos claves de la participación ciudadana:
- Espacios para diálogos constructivos. Las habilidades sociales son un conjunto de comportamientos mediante los cuales una persona expresa sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de un modo adecuado al contexto, respetando a los demás y resolviendo los problemas inmediatos de la situación (Caballo, 1986). Para realizar una participación ciudadana responsable es importante establecer canales de diálogo con las autoridades públicas, creando grupos de intercambio de ideas constructivas que busquen la resolución de problemas y manifestar de forma asertiva nuestros sentimientos y opiniones para el manejo de una agenda política efectiva, seria y consistente en bases científicas y verdaderas.
- Creación de liderazgos. Si llegaste hasta este punto de la lectura muy seguramente estas en la línea de informarte para identificar acciones a través de las cuales puedas hacer un cambio en la búsqueda de un futuro mejor, más humano y sin exceder los límites ambientales. Pero aún falta mucho por recorrer en términos de la “formación” de profesionales capaces de entender que tenemos una sola madre naturaleza, que nos estamos acabando los recursos y que no importa a qué nos dediquemos: política, negocios, ciencia o economía, hay que conducir nuestras fuerzas e intereses al beneficio de la mayoría, con convicciones claras y apoyadas por incentivos legítimos para elevar los intereses ambientales como prioritarios en las organizaciones y países.
Para finalizar, no me queda más que dar las gracias por permitirme ser parte de estos espacios de diálogo que permiten orientar a los liderazgos emergentes informarse voluntaria y responsablemente buscan proteger nuestros recursos pero también nuestras instituciones y nuestra sociedad en general.
Bibliografía
Guía de Participación Ciudadana en Materia Ambiental de México, Estados Unidos y Canadá (español) | ELAW. (s. f.). Environmental Law Alliance Worldwide (ELAW). Recuperado 19 de septiembre de 2020, de https://www.elaw.org/es/content/gu%C3%AD-de-participaci%C3%B3n-ciudadana-en-materia-ambiental-de-m%C3%A9xico-estados-unidos-y-canad%C3%A1-espa%C3%B1o