CAMBIO CLIMÁTICO Y LA CRISIS SOCIAL

Amante de los patrones en la naturaleza, la complejidad del comportamiento humano y nuestra relación con el ambiente. Mitad ambientalista, mitad escritora amateur.

Ana Isabel González, 24 años, Ingeniería Ambiental/URL.

Tiempo de lectura: 5 min aprox.

LA CRISIS SOCIAL ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO

El cambio climático ha emergido como uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el mundo, generando fuertes impactos sobre el bienestar de la población y los ecosistemas. Este fenómeno ha cobrado relevancia desde hace ya varios años; los medios de comunicación, científicos, políticos, ciudadanos, todos pareciéramos estar inmersos en un mundo de información acerca del cambio climático. Escuchamos las noticias de los desastres naturales, leemos las estadísticas alarmantes sobre la proliferación de la crisis climática; sin embargo, lo sentimos ajeno a nuestra vida cotidiana e ignoramos la afección que este puede llegar a tener en nuestra sociedad.

Si bien existe una gran corriente negacionista, en la actualidad existe un amplio consenso en el mundo científico internacional acerca de que las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la actividad antropogénica, principalmente por el uso de combustibles fósiles y la deforestación, han provocado un aumento de la concentración de estos gases en la atmósfera. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos Sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en ingles), la temperatura media de la superficie terrestre ha aumentado en 0,75º Celsius a lo largo del último siglo, y 11 de los últimos 12 años (1995-2006) se han situado entre los 12 años más cálidos desde 1850. Sobre la base de las tendencias previstas para los gases de efecto invernadero, las temperaturas podrían aumentar todavía entre 2 y 5º C, o incluso más, para 2100 (Naciones Unidas, 2020). Este incremento en la temperatura genera impactos negativos sobre los ecosistemas naturales, incluyendo efectos en los ámbitos económicos y sociales.

Es importante comprender que no todas las personas sufriremos el mismo impacto por las afecciones climáticas. La población más pobre y sujeta a mayores inequidades, son más vulnerables a los efectos del cambio climático, como la pérdida de sus hogares y sus medios de vida, menos seguridad y una posible merma en el acceso a los servicios públicos. En otras palabras, el cambio climático genera mayor afección en los segmentos de la sociedad que ya se encuentran en un nivel mayor de desventaja en comparación con el resto de la población.

Según el Banco Africano de Desarrollo, el cambio climático es una realidad que afectará cada vez más a los pobres, por lo que es necesaria una adaptación y se requiere integrar las respuestas al cambio climático y las medidas de adaptación en las estrategias de lucha contra la pobreza para conseguir un desarrollo sostenible (Banco Africano de Desarrollo, 2006). El nivel de exposición y vulnerabilidad se encuentra directamente relacionada con las condiciones socioeconómicas e índices de desarrollo humano; aquellas personas que no cuentan con acceso a servicios y recursos básicos tienen poca capacidad de adaptación y resiliencia; aumentando los impactos negativos generados por el cambio climático sobre la población.

CONTEXTO EN GUATEMALA

No está de más resaltar que la desigualdad forma parte de la sociedad guatemalteca en cada uno de los ámbitos que la conforman. Pobreza, desnutrición, analfabetismo son unos de los tantos problemas que acechan a los grupos más vulnerables y marginados del país. Guatemala enfrenta una constante crisis social, la cual está incrementando con las consecuencias del cambio climático. Entre los años 1991 y 2010, Guatemala fue el doceavo país más afectado por el cambio climático; generando un mayor impacto en la fracción de la población que se encuentra bajo un índice de calidad de vida bajo. Haciendo referencia al Índice de Vulnerabilidad al Cambio Climático (IVCC), el cual evalúa el riesgo de exposición al cambio climático y a fenómenos extremos con respecto a la sensibilidad humana actual a esa exposición y a la capacidad del país para adaptarse a los impactos potenciales del cambio climático o aprovechar esos posibles impactos; Guatemala es el segundo país más vulnerable a los impactos del cambio climático en la región de América Latina y el Caribe (Banco de Desarrollo de América Latina, 2014). El hecho que la mayor parte de la población guatemalteca resida en el área rural, viva en condiciones de pobreza y dependa de la agricultura incrementa la vulnerabilidad de Guatemala ante las afecciones climáticas.

Poniendo cifras sobre la mesa, para el año 2014 Guatemala contaba con un 23.4% de su población bajo condiciones de pobreza extrema y un 59.3% en pobreza general; asimismo, el 52% de la población reside en el área rural del país, donde una gran parte de la población depende de la agricultura y de los recursos naturales para la subsistencia (INE, 2014).

Se prevé que, como consecuencia del cambio climático, en Mesoamérica se registrarán temperaturas cada vez más elevadas, disminuciones considerables en la precipitación y periodos prolongados de sequía. Debemos comprender que todos estos impactos ponen en peligro la vida, el acceso a servicios básicos y los medios de subsistencia de las personas pobres y marginadas, al potenciar los riesgos relacionados con la inseguridad alimentaria, la salud y otros aspectos.

Basta con observar lo que ha pasado las últimas semanas con la tormenta tropical Eta, la cual dejo miles de damnificados en las áreas rurales. Debemos tomar este desastre natural como un ejemplo de los efectos del cambio climático en Guatemala, y las consecuencias de una vulnerabilidad tan alta. Los desastres no son naturales, deben considerarse como el resultado de un problema producto de un deficiente e injusto modelo de desarrollo humano  (Alconero, 2019).

Es de carácter esencial continuar y mantener las actividades de conciencia social en cuanto a la necesidad de generación de nuevas políticas para hacer frente al cambio climático. Debemos comprender y promover el hecho que la vulnerabilidad ante la crisis climático no es un proceso estático, este ha sido impulsado por una serie de eventos y factores sociales, económicos y políticos. Si bien existe la necesidad de políticas, también debemos afiliarnos al concepto de un desarrollo que sea capaz de reducir las inequidades y desigualdades sociales para poder impulsar la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus consecuencias.

Recordemos que la crisis climática ha llegado a nuestro país, y está dejando daños irreversibles a su paso.

Bibliografía

Alconero, M. S. (2019). Cambio climático: ¿Cómo nos afecta y qué estamos haciendo en Guatemala? Revista Yu’am , 37-45.

Banco Africano de Desarrollo (2006). Pobreza y cambio climático: Reducir la vulnerabilidad de los pobres mediante la adaptación

Banco de Desarrollo de América Latina, C. (2014). Índice de vulnerabilidad y adaptación al cambio climático en la región de América Latina y el Caribe. CAF.

CEPAL/ACNUDH, C. E. (2019). Cambio climático y derechos humanos. Santiago: Naciones Unidas.

INE.(2014) Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi). Ciudad de Guatemala: Instituto Nacional de Estadística.

Naciones Unidas, O. (15 de Octubre de 2020). La devastación de los pobres del mundo: El cambio climático amenaza los avances logrados en materia de desarrollo. Obtenido de https://www.un.org/es/chronicle/article/la-devastacion-de-los-pobres-del-mundo-el-cambio-climatico-amenaza-los-avances-logrados-en-materia

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